Los uniformados lo persiguieron tras una confusión sobre un billete de veinte dólares.
Por Ignacia Mir
‘’¡No puedo respirar!’’: Al grito de esta consigna marcaron el paso los cientos de manifestantes en el estado de Minnesota, tras el asesinato de George Floyd el 25 de mayo, repitiendo sus últimas palabras.
Floyd, un afroamericano de 40 años, fue detenido en Minneapolis bajo la sospecha de usar un billete falso de veinte dólares, aproximadamente 18 mil pesos chilenos, en un supermercado local. Al reducirlo, uno de los policías le apretó el cuello con sus rodillas provocando la muerte de Floyd el mismo día por falta de oxigenación. La escena puede observarse en un video que se difundió rápidamente en las redes sociales.
El incidente reabrió el debate sobre el racismo en Estados Unidos, un país donde ser afroamericano puede implicar convertirse en ciudadano de segunda clase y hasta llevar a la muerte.
El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, anunció el despido de los cuatro funcionarios policiales involucrados, incluyendo el uniformado que aparece en el video reduciendo con violencia a Floyd.
La situación generó una manifestación callejera de protesta. Personalidades como el jugador de la NBA Lebron James demostraron su descontento en redes sociales bajo la premisa: ‘’¿Entiendes ahora? ¿O todavía te queda borroso?, al aludir a quienes no creen en la veracidad del racismo en Estados Unidos.
También se expresó el aspirante a la presidencia por el partido demócrata, Joe Biden: